viernes, 29 de agosto de 2014

El Oro de Tolosa

La historia del "Aurum Tolosanum", el Oro de Tolosa, fue el mayor caso de corrupción que se produjo en el último siglo de la República de Roma. Un perfecto ejemplo de como un político puede utilizar su poder para enriquecerse aunque ello cause desgracias entre sus compatriotas. Por desgracia las cosas no han cambiado demasiado en estos últimos 2000 años y en España tenemos muchos ejemplos de ello.

A finales del siglo II Antes de Cristo Roma se veía amenazada por una invasión de pueblos germánicos. Alrededor de 800.000 personas, aproximadamente  una tercera parte guerreros, llevaban varios años viajando por toda Europa en busca de un nuevo hogar. Roma ya había topado varias veces con ellos y siempre cosechando sonoras derrotas con miles de muertos.

Los viajes de los Cimbrios y los Teutones

Hacía el año 106 A.C. los germanos se habían establecido en el Sur de Francia, por entonces provincia romana. Roma envió a su cónsul Quinto Servilio Cepión al mando de un ejercito de unos 40.000 hombres para combatirlos. Cuando el ejercito llegó a los alrededores de la actual ciudad de Toulouse se encontró con que los germanos ya no estaban ahí pero se estableció en esa ciudad, capital de la tribu gala de los Volcos Tectosagos.

Unos 200 años antes esta tribu gala, junto con otras, partió en una expedición de saqueo por Grecia y Macedonia. Entraron a saco en los templos acumulando un enorme botín. Tras vaciar los templos de sus riquezas los galos se dividieron, parte de ellos se establecieron en el centro de Asia Menor, en la región conocida como Galacia, los demás volvieron a la Galia (la actual Francia) y a ellos se confió el botín.

Quinto Servilio Cepión conocía esa historia y también sabía que el oro estaba escondido en Tolosa. Empleo a todo su ejercito en encontrarlo y al final lo hallo en el fondo de un lago. El botín sobrepaso todas sus expectativas, nada menos que 15.000 talentos de oro, como cada talento equivale a unos 26 kg, había unas 400 toneladas de oro, una fabulosa riqueza, mayor que todo el tesoro de Roma.

Cepión decidió enviar el oro por tierra, 450 carros llenos hasta los topes de oro y escoltados por una cohorte de legionarios, alrededor de 500 soldados. En el camino fueron emboscados por un millar de bandidos que asesinaron a todos los legionarios y se llevaron el oro.

Más tarde se supo que estos bandidos eran en realidad mercenarios contratados por Cepión para que robaran el oro. El oro fue a parar a Esmirna, lejos del alcance de Roma. Por aquel entonces Esmirna, aunque situada en la provincia romana de Asia, tenía, como la mayoría de las antiguas ciudades griegas de la zona, una considerable autonomía para llevar sus propios asuntos. Algunas de estás ciudades, deseosas de atraer capital extranjero, crearon bancos y entidades financieras tan opacas como las de la actual Suiza, ofreciendo al mismo tiempo facilidades para la creación de sociedades a nombre de testaferros de los auténticos propietarios que quedaban en el anonimato. Un autentico "paraíso fiscal" y por tanto el lugar ideal para esconder ganancias obtenidas ilegalmente. Por lo visto las cosas han cambiado poco en estos últimos dos milenios.


 Guerreros Cimbrios luchando

Pronto llegaron rumores a Roma sobre lo sucedido, pero otras preocupaciones hicieron que eso pareciera un problema menor, los germanos se habían puesto en marcha nuevamente en dirección Sur. Roma envío un ejercito de cerca de 60.000 soldados al mando del cónsul Gneo Malio Máximo y ordeno a Quinto Servilio Cepión que se uniera a ese ejercito, dado que entonces Cepión ya no era Cónsul sino Proconsul, el gobernador de una provincia romana, debía subordinarse a Máximo. Sin embargo Cepión era miembro de una antigua familia patricia, con muchos cónsules entre sus antepasados mientras que Máximo era un hombre nuevo, el primero de su familia en alcanzar el consulado, por lo que Cepión, movido por su ego se negó a subordinarse a Máximo y acampo su ejercito a unos 30 km al norte del de Máximo. Los germanos vieron enseguida la oportunidad y tras unas negociaciones atacaron primero al ejercito de Cepión al que aniquilaron y luego al de Máximo, dos matanzas. Los dos ejércitos contaban con cerca de 100.000 soldados pero al estar divididos no pudieron enfrentarse a los germanos con todo su poder.


Legionarios romanos del último siglo de la república

La batalla de Arausio fue uno de los mayores desastres de Roma, con cerca de 80.000 muertos, comparable a Cannas en la II Guerra Púnica. Los dos generales, Cepión y Máximo fueron juzgados por "perdida de su ejercito" y hallados culpables. Cepión fue condenado a una elevada multa y al exilio, pero como tenía el "Aurum Tolosanum" a buen recaudo pudo vivir sus últimos años con gran tranquilidad. Esa riqueza fue a parar a sus descendientes, el último de ellos su nieto Marco Junio Bruto, uno de los asesinos de César, pero esa es otra historia. Los germanos fueron finalmente derrotados, exterminados y los supervivientes esclavizados a manos de Cayo Mario, pero esa también es otra historia que contaré en su momento.

Hay una excelente novela histórica ambientada en esa época y que también trata la historia del Oro de Tolosa, "El primer hombre de Roma" de Colleen Mc Cullough. Un magnifico relato, muy bien documentado, es el primero de una saga formada por un total, de momento, de siete novelas, todas ellas magníficas. Esta primera novela trata precisamente los años en que ocurrieron estos hechos, las siguientes siguen la historia hasta el final de la República de Roma. Las tengo todas y son muy recomendables.


Portada de la novela "El primer hombre de Roma"

Dejo un par de enlaces interesantes.

Un muy buen artículo sobre esta apasionante historia.
El Oro de Tolosa, artículo

En este podréis descargar en formato PDF la novela histórica "El primer hombre de Roma" de Colleen Mc Cullough.
El primer hombre de Roma, Colleen Mac Cullough

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