lunes, 1 de septiembre de 2014

1 de septiembre de 1939, el inicio de la II Guerra Mundial

Hoy se cumplen 75 años del comienzo de la II Guerra Mundial, un conflicto cuyos resultados han marcado nuestra historia reciente.

La I Guerra Mundial, de cuyo inicio se cumplen cien años estas últimas semanas, produjo grandes cambios en las fronteras, sobre todo en Europa, y termino con la "caída de los gigantes": los imperios alemán, austro-húngaro y ruso. Especialmente drásticos fueron los cambios en Rusia, donde la revolución significo el establecimiento del primer estado comunista del mundo. También supusieron la desaparición del antiguo imperio austro-húngaro, estableciéndose tres nuevos estados: Austria, Hungría y Checoslovaquia, aparte de que otros territorios de ese antiguo imperio pasaron a formar parte de otros estados, el más beneficiado de ello fue Serbia, que se engrandeció con nacionalidades que formaban parte de Austría-Húngria hasta el punto de que paso a llamarse Yugoslavia, "el país de los eslavos del sur". Otro estado de nueva creación fue Polonia, una antigua y valiente nación que había sufrido el reparto de su territorio entre sus poderosos vecinos. Sin embargo lo que tuvo más importancia para las siguientes dos décadas fue lo que ocurrió con Alemania.

Europa en los años 20, tras finalizar la I Guerra Mundial

Alemania no se sentía derrotada en el otoño de 1918, al menos sus políticos y militares no pensaban así, podrían haber seguido resistiendo, pero la población civil estaba sufriendo los efectos del bloqueo marítimo de las potencias aliadas y finalmente, tras el fracaso de la ofensiva de primavera de 1918, empezaron a plantearse el armisticio.

Confiados en las propuestas del Presidente de los Estados Unidos de Norteamérica, Woodrow Wilson, los "14 puntos" decidieron pedir la paz, pero los cuatro años de sangrienta lucha habían dejado ansias de venganza en los vencedores y los "14 puntos" se quedaron en papel mojado. Alemania perdió todas sus colonias, perdió parte de sus territorios en Europa, por ejemplo Alsacia-Lorena, que volvió a Francia, más sangrantes fueron las perdidas en su frontera oriental, especialmente el llamado "pasillo polaco", una salida al mar para Polonia que significo que la Prusia Oriental quedara separada del resto de Alemania.

Por si eso fuera poco los victoriosos aliados condenaron a Alemania a pagar una descomunal indemnización y para rematar la jugada la obligaron a reconocer que era la responsable de la guerra. Naturalmente los alemanes no se consideraban los únicos responsables, como ya comenté en mi artículo sobre el inicio de la I Guerra Mundial todos se tenían ganas. De todos modos tampoco hay que olvidar el drástico tratado de paz de Brest-Litowks, a finales de invierno de 1918, entre Alemania y la recién nacida Unión Soviética. De acuerdo con ese tratado la recién nacida Unión Soviética, heredera del imperio ruso, perdía Finlandia, los países bálticos y Polonia, aparte de permitir que Ucrania se convirtiera en un protectorado alemán. Sin duda los alemanes deberían haber pensado en ello cuando se sentaron a negociar el Tratado de Versalles. Otras condiciones del tratado fueron la desmilitarización de la orilla oeste del Rhin, la limitación de las fuerzas armadas alemanas a un máximo de 100.000 hombres, aparte de la desmantelación de su flota, incluyendo la prohibición de construir submarinos. Tampoco podían tener fuerzas aéreas ni carros blindados.

Todas estás drásticas condiciones de paz desencadenaron un gran resentimiento entre los alemanes que se agravo a principios de los años 30 con la grave crisis económica que sufrió todo el mundo. En Alemania eso produjo alrededor de seis millones de parados, una gran corrupción y el desencanto hacía los políticos, más o menos lo que está sucediendo actualmente en España.

Adolf Híitler dirigiendose a una multitud enfervorizada en el año 1933

Entonces apareció un nuevo líder: Adolf Hitler. Muchos lo consideran un loco, pero en realidad era una persona con gran inteligencia y excelente orador, pero megalomano, psicópata y asesino de masas. Se aprovecho de las favorables circunstancias para hacerse con el poder absoluto en Alemania, logro convencer a un pueblo de sesenta millones de personas de que el era la solución a todos los problemas y la mayoría de los alemanes acabaron cautivados por sus ideas expresadas con una apasionada oratoria.

Poco a poco fue rompiendo las cadenas del tratado de Versalles, primero aumentando las fuerzas armadas alemanas a 300.000 soldados. Luego ocupando la orilla occidental del Rhin y estableciendo el servicio militar obligatorio. Todo ello eran flagrantes violaciones de los acuerdos de paz, pero Francia y Gran Bretaña no querían otra guerra, en la anterior tuvieron entre las dos más de tres millones de muertos. No hay duda de que lo mejor habría sido parar a Hitler en sus inicios, habría habido guerra pero habría sido corta pues a mediados de los años 30 las fuerzas armadas alemanas no habrían sido capaces de resistir más de unas pocas semanas al ejercito francés ayudado por el ejercito y la marina británica. Es como un cáncer, hay que extirparlo en sus comienzos antes de que se extienda.

Alentado por la actitud pasiva de las democracias Hitler siguió desafiando las ataduras del tratado de Versalles. En 1935 consiguió un nuevo acuerdo naval con Gran Bretaña por el que se comprometía a limitar su flota a un 35% del tonelaje británico, un gran avance para la marina alemana. Luego se anexiono Austria sin ningún impedimento por parte de Francia y Gran Bretaña. Volvió su atención a su frontera oriental ocupando los Sudetes, la zona fronteriza entre Checoslovaquia. Europa estuvo a punto de entrar en guerra en ese momento, pero el vergonzoso tratado de Munich de 1938 pareció salvar el peligro, no todos lo vieron así, el gran político británico Winston Churchill dijo una de sus frases celebres "había que escoger entre el honor y la paz, hemos perdido el honor y pronto perderemos la paz". La política de "apaciguamiento" no sirve de nada contra un régimen totalitario, solo lo alienta a seguir adelante. El premier británico Chamberlain dijo que era "la paz de nuestro tiempo", pero pocos meses más tarde tuvo que reconocer su error al anexionarse Alemania la zona occidental de la mutilada Checoslovaquia, la actual república checa, que se se convirtió en un "protectorado" alemán, mientras que la zona oriental, la actual Eslovaquia, fue obligada a ser un satélite de Alemania.

Europa en el verano de 1939, justo antes de comenzar la II Guerra Mundial

Tras esto Francia y Gran Bretaña se dieron cuenta de que no había más remedio que parar a Hitler y dieron garantías a Polonia, la siguiente victima de la desmedida ambición del Führer.

Esta desgraciada nación tiene la mala suerte de encontrarse entre medio de otros dos paises más poderosos, Alemania y Rusia, que en varias ocasiones se la han repartido. Británicos y franceses dieron garantías a Polonia en el sentido de que si Alemania hacía un acto hostil contra ella intervendrían militarmente a su favor. Hitler, furioso por esa garantía y también consciente del peligro de que la Unión Soviética actuara busco un acuerdo con ella, el pacto de no agresión Mólotov-Ribbentrop, firmado el 23 de agosto de 1939, con una clausula secreta que preveía un reparto de Polonia entre ambos.

Confiado en que no habría un segundo frente Hitler dio las ordenes para la ejecución del "caso blanco", la invasión de Polonia. Durante la noche del 31 de agosto un grupo las SS disfrazados de soldados polacos "asalto" una emisora de radio alemana en la frontera con Polonia. Con esa excusa se puso en marcha el plan para invadir Polonia que comenzó al amanecer del 1 de septiembre de 1939. Comenzaba la II Guerra Mundial.

Una columna blindada alemana avanzando por Polonia en septiembre de 1939

Los polacos intentaron resistir valerosamente pero poca cosa pudieron hacer contra el ejercito alemán, contra sus modernos tanques y su moderna aviación. Además la sorpresa del ataque produjo la aniquilación de la mayor parte de la fuerza aérea polaca sin que sus aviones pudieran despegar del suelo. Era la "blitzkrieg" la guerra relámpago.

La caballería polaca se lanzo valientemente contra los panzer germanos, una masacre inútil, pero no hay que menospreciar a unos hombres que dieron la vida para defender su tierra y sus seres queridos. Al mismo tiempo la aviación alemana bombardeaba constantemente las columnas polacas utilizando el bombardero en picado Junkers Ju 87, el famoso "Stuka", un avión biplaza realmente aterrorizador con la sirena que hacía sonar cuando se lanzaba contra su objetivo y arrojaba una bomba con 250 kg de explosivos de alta potencia.

Un Ju 87 "Stuka" en misión de reconocimiento y ataque

Por si esto fuera poco las ciudades polacas, especialmente la capital Varsovia, enseguida sufrieron los bombardeos indiscriminados de la aviación alemana. Todas estas tácticas, ataques de penetración con divisiones blindadas y mecanizadas, apoyo de la aviación, cazas y cazabombarderos atacando las fuerzas enemigas y bombarderos pesados atacando indefensos objetivos civiles se ensayaron en la Guerra Civil Española, la "Legión Condor".

Los británicos y franceses dieron un ultimatum a Alemania en el sentido de que si no cesaban las hostilidades Francia y Gran Bretaña cumplirían sus garantías hacía Polonia y entrarían en guerra contra Alemania. El día 3 de septiembre, a las 11 de la mañana, expiro el plazo que dieron los británicos sin que los alemanes cesaran sus ataques y Gran Bretaña entro en guerra contra Alemania. En ese momento Hitler estaba reunido con Ribbentrop y Göring, pregunto a su ministro de asuntos exteriores "y ahora que", Ribbentrop contesto "supongo que los franceses nos declararan la guerra dentro de una hora" y Göring exclamo "si perdemos esta guerra que Dios tenga piedad de Alemania".

Los alemanes arrasaron con todo y el 8 de septiembre llegaron a Varsovia que sufrió un brutal asedio con la artillería disparando contra la ciudad y continuos bombardeos aéreos que la dejaron en ruinas.

Aspecto de Varsovia tras una incursión de la aviación nazi en septiembre de 1939

Finalmente Varsovia tuvo que rendirse el 28 de septiembre. La debacle de Polonia se acelero tras la intervención de la Unión Soviética que, de acuerdo con la cláusula secreta del pacto Mólotov-Ribbentrop, violo la frontera polaca el 18 de septiembre y se anexionó el tercio oriental de Polonia. El fin de la campaña polaca se produjo el 6 de octubre cuando se rindieron las últimas tropas polacas.

Comenzaron las matanzas indiscriminadas de población civil, especialmente judíos polacos. Polonia fue la nación que mas perdidas humanas sufrió en proporción a su población, seis millones de muertos, aproximadamente un 20% de su población en 1939.

La Segunda Guerra Mundial fue la mayor matanza de la historia de la humanidad, alrededor de sesenta millones de seres humanos perdieron la vida, la mitad de ellos civiles y un tercio de estas víctimas en la Unión Soviética, más de veinte millones de muertos. También los alemanes sufrieron una gran matanza, alrededor de ocho millones de muertos. Todo por culpa de la megalomanía y la insensatez de Adolf Hilter, junto con Josif Stalin el mayor carnicero de la historia. Lo peor de todo los campos de exterminio nazis, la matanza a escala industrial con la típica eficiencia alemana, miles de personas gaseadas diariamente y luego quemados sus cadáveres en los hornos crematorios. Tampoco hay que olvidar los campos soviéticos, por ejemplo de los cien mil soldados alemanes que fueron hechos prisioneros en Stalingrado solo cinco mil pudieron sobrevivir para volver a su patria diez años después de que terminará la guerra.

Auschwitz, nuevos candidatos para el exterminio

Tampoco hay que olvidar los crímenes de guerra cometidos por los aliados occidentales, los Estados Unidos de Norteamérica y El Reino Unido de la Gran Bretaña y el Norte de Irlanda. No hace falta recordar las bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaky. También están los bombardeos masivos con bombas convencionales sobre ciudades alemanas y japonesas. En el bombardeo de Dresde, a mediados de febrero de 1945, cuando Alemania ya estaba prácticamente derrotada, murieron alrededor de cien mil seres humanos, como en Hiroshima. El bombardeo además se hizo con la idea de causar el mayor número de muertes posible. La primera oleada cargada con explosivos de alta potencia, se concentro en el perímetro del centro de la ciudad que por entonces estaba abarrotada de refugiados, de ese modo derrumbando edificios bloquearon las calles impidiendo la huida de todos los que estaban en el interior del perímetro. La segunda oleada bombardeo el interior de ese perímetro con bombas incendiarias, los que estaban atrapados allí no podían escapar y la mayoría de ellos se quemaron vivos. Se calcula que el número de victimas fue de alrededor de cien mil personas, casi todos ellos civiles indefensos, ¡que horror!

Así quedo Dresde tras los bombardeos efectuados a mediados de febrero de 1945

Las consecuencias de la II Guerra Mundial fueron más drásticas que las de la I Guerra Mundial. Se acabo el predominio de los estados europeos en el mundo, quedaron en ruinas, a los pocos años empezaron a perder sus imperios coloniales. Quedaron dos superpotencias: Los Estados Unidos de Norteamérica y la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. Estas rivalizaron durante más de cuatro décadas hasta que hace casi un cuarto de siglo la Unión Soviética se desmorono y quedaron los Estados Unidos como única superpotencia, situación que aún mantiene en la actualidad. Alemania perdió toda su zona oriental, incluyendo la Prusia Oriental que se repartieron la Unión Soviética y Polonia. El resto quedo en manos de Polonia para compensar la perdida territorial sufrida tras el pacto Mólotov-Ribbentrop por el que la Unión Soviética se anexionó el tercio oriental de Polonia. Además Alemania quedo dividida en dos, la República Federal, aliada de los Estados Unidos y la República Democrática, con un régimen comunista y aliada de la Unión Soviética. Esta situación se mantuvo hasta el 3 de octubre de 1990.

Europa al finalizar la II Guerra Mundial

Todavía resulta alucinante que Alemania, que por entonces se contaba entre las naciones más cultas y civilizadas del mundo, pudiera caer en manos de un megalomano psicópata asesino de masas y lo siguiera hasta el aniquilamiento. Es algo que da que pensar y es una lección que aprender. 

Alemania resurgió de sus cenizas y actualmente es la potencia dominante en Europa. Lo que no consiguieron en dos guerras lo han conseguido con la economía. Solo los británicos han podido resistirse, tienen la costumbre de oponerse a cualquiera que intente dominar Europa. Primero lo hicieron con España, luego con Francia y finalmente con Alemania. Son  un pueblo tenaz que no se anda con pamplinas.

Dejo el enlace a un magnifico documental que narra los inicios y el ascenso de Adolf Hitler, su infancia, su experiencia como soldado en la I Guerra Mundial, los años 20 en que formó sus ideas políticas, los años 30 en que se hizo con el poder en Alemania y provoco una nueva guerra.

Otro gran documental que forma parte de una excelente serie de televisión francesa: "Apocalipsis, la Segunda Guerra Mundial". En este primer capitulo nos narra el ascenso de la Alemania Nazi y el inicio de la guerra.

Dejo también los enlaces a los dos primeros capítulos de la serie de televisión "Vientos de Guerra", una serie basada en una magnífica novela de Herman Wouk. El inicio de la II Guerra Mundial visto por un oficial de la marina norteamericana y su familia. Esta perfectamente ambientada, os recomiendo tanto la lectura de la novela como el visionado de la serie de televisión. El audio es en versión original subtitulada en castellano.

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